Este espléndido juego de ajedrez creado por el joyero australiano Colin Burn, se vende por la astronómica suma de 3,7 millones de dólares. ¿La razón de su elevado precio? Está meticulosamente elaborado a mano en oro blanco macizo de 18 quilates y, como si eso fuera poco, está completamente adornado con diamantes. Sin duda, llevarse la victoria en este tablero debe de ser una de las mayores satisfacciones que uno pueda experimentar.